Entrevistas

Enrique Martinez2 Solo me falta conseguir un titulo como profesional»


Kickboxing
Por Ernesto Ruiz.
Cuando el 27 de enero Enrique Martínez García (Madrid, 5 de octubre de 1975) recibió el nombramiento de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Palencia, el seleccionador nacional de kick boxing, Manuel García Ramiro, en su discurso de exaltación de los méritos del deportista premiado resaltó los excepcionales valores humanos de su pupilo, al que tildó «como un ejemplo a imitar, tanto en la vida como en el deporte». Y para remate, añadió: «Es el mejor púgil en la historia del kick boxing español».
Ningún luchador nacional posee el palmarés que atesora ‘Quique’ Martínez, un logro que ha conseguido desde la constancia y la humildad. El trabajo diario, la dedicación, el esfuerzo y el amor por su familia son sus señas de identidad irrenunciables, todas ellas enmarcadas en una persona que, como él recalca, «se siente palentino al cien por cien». Sus padres, Ana y José, naturales de las localidades palentinas de Santervás de la Vega y Santillán de la Vega, respectivamente, acudieron al salón de Plenos del Ayuntamiento en aquella jornada para apoyarle en el día de su nombramiento como Hijo Adoptivo de Palencia, así como su mujer Verónica y su hija Paula. Dentro de un mes, el campeón palentino aumentará su descendencia con un varón, Rubén. Quién sabe si será el sucesor en la saga Martínez…
-Pese a la ingente cantidad de títulos y de medallas acumulados, no se inició de forma temprana en el deporte del kick boxing. ¿Cómo fueron sus inicios?
-Cuando tenía 16 años me comenzaron a llamar la atención las artes marciales y por mediación de un amigo que entrenaba kick boxing decidí matricularme en un gimnasio y me gustó la experiencia. Poco a poco fui mejorando y me lo empecé a tomar en serio. Al año ya hice mi primer combate, y una campaña después conquisté mi primer título oficial, el de Castilla y León, en 1994. Desde entonces, sigo haciendo peleas.
Respeto a los técnicos
-Los entrenadores juegan un papel fundamental. ¿Qué tal es su relación con ellos?
-Excepcional. Mi entrenador era y es Domingo Rodríguez, de Valladolid. Él estuvo impartiendo clases en Palencia, hasta que a los cuatro o cinco años con él yo asumí esa responsabilidad y se volvió a Valladolid, donde dirige el Club de Kick Boxing y la Federación Regional de Boxeo. Nuestra relación va más allá de lo estrictamente deportivo. Otro técnico importante en mi carrera es Manuel García Ramiro, director técnico y seleccionador autonómico y nacional, que ha estado conmigo en la esquina del cuadrilátero desde mi primer Campeonato de España en 1994. Empecé a luchar en el Kick Boxing Club Valladolid, hasta que en el año 2000 fundé el Club Deportivo Kick Boxing Palencia, del que soy presidente, entrenador y competidor.
-Y con una sólida base y una buena preparación, ha logrado tener una carrera meteórica, en la que aúna los títulos nacionales con los internacionales…
-Así es. Llevo diecisiete años peleando y en este tiempo, a grandes rasgos, he obtenido trece títulos nacionales, tres Campeonatos Ibéricos, una plata y un bronce en Europeos, dos bronces y dos platas en Mundiales, dos títulos de Campeón del Mundo y un cinturón del título Mundial de Neoprofesional. Creo que no está mal.
El más laureado
-¿Qué sintió cuando el seleccionador le destacó en Palencia como el deportista español más laureado en la historia del kick boxing?
-Fue un gran halago por parte de Manuel García, más teniendo en cuenta que ‘Manu’ es una persona muy importante en la Federación Española y que ha dedicado toda su vida al kick boxing.
-¿Le queda algún título por conseguir?
-En el campo amateur y en el neoprofesional he conseguido todo lo que me he propuesto y estoy satisfecho por ello. Sí me gustaría disputar un título mundial como profesional, y no descarto poder hacerlo dentro de un año y medio o dos, en el caso de que pueda compaginar mi familia con la competición. Estaría muy bien poder hacerlo aquí, en Palencia, ya que en las casi cien peleas que llevo solamente he peleado una vez aquí y la velada la tuvimos que organizar nosotros.
-¿Ha tenido que renunciar a muchas cosas para lograr todos estos éxitos?
-Por supuesto. Como cualquier deportista de élite, la competición supone tener que renunciar a muchas cosas, pero es algo que se hace con gusto si lo que se quiere es llegar a lo más alto. Lo que peor he llevado es haber tenido que quitar tiempo para estar con mi mujer -mi novia en su día-, pasando una tarde tranquilo en casa viendo la tele o planificando una salida de fin de semana o unas vacaciones. Pero si algo he llevado mal, lo reconozco, es tener que ir a entrenar y dejar a mi hija merendando o jugando en su habitación…
-Por eso tiene previsto dejar de competir este año para cuidar a su futuro hijo, a Rubén. Es todo un padrazo…
-No sé si seré un padrazo o no, pero lo no que quiero ni deseo es que mi mujer tenga que cuidar de nuestros hijos ella sola durante todo el día, porque sería egoísta por mi parte y también me perdería la etapa más bonita de la paternidad. Los dos años pasados con Paula fueron distintos, ya que pudimos compaginarnos bien con los abuelos y con los horarios de la guardería, pero con dos hijos la situación cambia mucho. Ahora, mi prioridad son mis hijos y quiero estar con ellos.
-¿No tiene la espina clavada de no haber conseguido nunca, pese a haber estado muchas veces nominado, el título de Mejor Deportista Palentino?
-Claro que me queda clavada, y muy adentro, ya que es un galardón que se me ha resistido todos los años en los que he sido nominado. Me hubiera hecho mucha ilusión ser nombrado Mejor Deportista Palentino, ya que es un reconocimiento que siempre me ha llamado mucho la atención, incluso antes de que lelgara a ser competidor de élite.
-Al menos, recientemente, ha sido nombrado Hijo Adoptivo de Palencia. ¿Compensa eso lo anterior?
-Sí que compensa, aunque no como para quitarme la espina de Mwejor Deportista Palentino, porque sería una mención muy importante para mí como persona y como deportista. También es importante para el deporte del kick boxing, pues le pone a la altura de otras modalidades. Sin embargo, con el nombramiento de Hijo Adoptivo de Palencia se puede decir que se me reconoce como palentino de hecho, pese a nacer circunstancialmente en Madrid. Siempre me he declarado palentino. Por cierto, en la entrega del premio agradecí el apoyo a mi gente, pero se me olvidó compartirlo con dos personas fallecidas, que no pudieron estar allí: mi prima Almudena y mi hijo Álvaro.
-Todos estos sacrificios deportivos son además compaginados con unas obligaciones profesionales…
– Así es. Soy entrenador de kick boxing en el Gimnasio Cronos de Palencia, pero aparte tengo mi trabajo en Valladolid como funcionario y procuro compaginarlo con las clases y con los entrenamientos de la mejor forma posible.
-¿Se ha planteado vivir profesionalmente del kick boxing?
-Es muy difícil. Lo ideal paar conseguirlo sería tener un promotor que ta apoyara.

fuente

Daniel Romero

Daniel Romero apasionado de los deportes de contacto y fundador de SpaceBoxing.

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