Kick-Thai-K-1

Las peleas de menores de muay thai, un lucrativo negocio de apuestas ilegales

fuente

Los combates de menores de muay thai o boxeo tailandés representan un lucrativo negocio para los sindicatos de apuestas ilegales en Tailandia y un peligro para la salud de los jóvenes pugilistas, que cobran solo unos dos dólares por pelea.

Seis chicos y dos chicas de entre 10 y 15 años y un peso de entre 23 y 28,5 kilogramos formaron parte del programa organizado por Fairtex, una conocida empresa dedicada a la promoción de este deporte, el jueves pasado en la ciudad de Pattaya, situada a unos 150 kilómetros al sur de Bangkok.

Khundach Sitkhuhnui se presentaba en la velada con sólo 12 años, pero con una carrera de un lustro como profesional de muay thai.

«Vamos a ganar, mi hijo es un verdadero campeón», indicó a Efe su orgulloso padre, mientras levantaba los delgados brazos del chaval, quien miraba serio e impasible a los turistas que sacaban fotos.

Una vez en el cuadrilátero, el tímido muchacho se transformó en un pegador temerario que encadenó sin cesar puñetazos en el rostro y severas patadas en las costillas del adversario.

Después de tres asaltos frenéticos, Sitkhuhnui fue declarado ganador por puntos del combate para la alegría de sus entrenadores y familiares, que no habían dejado de jalear en todo momento.

Su bolsa, unos dos euros, una cantidad insignificante comparada con el dinero de las apuestas efectuadas de forma abierta por la mayoría del público tailandés.

Un grupo de turistas, algunos de ellos luchadores de muay thai, sonreían ante la furia de los jóvenes pugilistas.

Otros parecían incómodos ante el espectáculo, sobre todo en el momento en que los jueces tuvieron que llevarse en volandas a unas de las chicas porque había caído desfallecida durante un asalto.

«Hemos iniciado un proyecto para estudiar los efectos que tienen en los niños los golpes en la cabeza. Tememos que en el futuro puedan sufrir daños irreversibles como parkinson, alzheimer y disfunciones en los oídos y la vista», dijo el director del Centro de Investigación para la Prevención y la Seguridad de los Menores de Tailandia, el pediatra Adisak Pliponkarnpim.

Algunos luchadores menores desarrollan prematuramente el «síndrome del puñetazo borracho», que les impide hablar de una forma fluida y clara.

El especialistas apuntó que «hay unos 10.000 niños, y también niñas, que participan en peleas profesionales de muay thai, según datos del Ministerio de Asuntos Sociales».

Añadió que, aunque el boxeo permite unos ingresos de unos dos euros por combate para las familias humildes de los menores, la causa principal de estas veladas son el negocio ilegal de apuestas, que mueve ingentes cantidades de dinero.

El muay thai es conocido también como «el arte de las ocho extremidades», porque utiliza los puños, las rodillas, los codos y las piernas como armas.

Su origen se encuentra en las guerras que mantuvo Tailandia con los reinos vecinos durante el siglo XII, en las que los soldados perfeccionaron el manejo de las lanzas y las espadas, así como el empleo del cuerpo como un arma letal.

«No se trata de prohibir el muay thai, ya que forma parte de la cultura tailandesa, sino de impedir que los menores de 18 años participen en los combates, tal como está regulado en la mayoría de los países occidentales», apostilló el doctor Pliponkarnpim.

La legislación tailandesa prohíbe a los menores de edad realizar trabajos peligrosos, disposición que incluye los combates de muay thai.

«Las leyes no sirven de nada si no convencemos a la sociedad de que los niños no deben participar en los combates», afirmó Pliponkarnpim, y subrayó que «la pobreza no es una excusa, ya que en Tailandia nadie pasa hambre».

Los combates infantiles de muay thai se remontan a unos 40 años, por lo que no forman parte de la tradición tailandesa.

Daniel Romero

Daniel Romero apasionado de los deportes de contacto y fundador de SpaceBoxing.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

I accept the Terms and Conditions and the Privacy Policy

Botón volver arriba